Dar.

Cuando a uno le interesa algún otro, presta atención hasta el más mínimo detalle de lo que le gusta, lo que le mueve, lo que dicen sus amigos sobre lo que a él le gusta. (Y si usted es hombre, cambie los artículos masculinos por el "la" "ella", y listo).
Esta es mi historia.
Un día oí que le gustaba la Nutella y podría comer frascos enteros, y dije JA! Por qué no, y utilicé la excusa del 14 de febrero para comprar el tarro más grandote que vi de Nutella y hacérselo llevar. A veces siento que en días como hoy, hay un compromiso tácito para dar algo a esa persona especial. Pero, les juro que es sólo mi excusa. Si no, pregúntenle cuántas veces no le he hecho cosas especiales que le gustan y no necesariamente en días especiales, sino nomás por que sí. (Antier le renté la película que el traía ganas de ver desde hace mucho, le hice palomitas y no le dije qué película era hasta que lo vio en la pantalla e hizo un sonidito así como "aww" que hizo que todo valiera la pena. (Y aún más el hecho de que aceptó distraerse de la película conmigo, woohoo).
Total.
Lo único que quería poner es que mis chichis y la nutella fueron el regalo perfecto. Siento que debería haber un interruptor para esos que queremos sorprender todos los días. Y créanme, opciones para sorprender no me faltan. Pero a veces siento que ser así todos los días aburre y cansa al sorprendido. ¿O no?
:/
Eso ando averiguando.
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